Antes de salir de fábrica, el sistema de refrigeración de un coche siempre se llena de refrigerante. El líquido refrigerante es un componente esencial del sistema de refrigeración de un coche. El líquido refrigerante es una mezcla de anticongelante y agua desmineralizada y su función es refrigerar el motor del coche. Circula por el sistema de refrigeración y absorbe el calor generado por el motor, lo que permite que el motor mantenga una temperatura óptima y evita el sobrecalentamiento.
El refrigerante contiene aditivos especiales que evitan la oxidación, la corrosión, la formación de espuma y la congelación. En la actualidad, los fabricantes de automóviles recomiendan más de 10 tipos diferentes de refrigerantes. Esto se debe a que los fabricantes de automóviles utilizan diferentes metales para sus motores y sistemas de refrigeración. También se utilizan distintas tecnologías. Pensemos, por ejemplo, en las tecnologías híbridas, para las que suele elegirse un refrigerante de baja conductividad.
En cambio, el anticongelante es el producto concentrado. El anticongelante debe diluirse con agua desmineralizada. En general, con una proporción de mezcla de 50:50 se consigue un equilibrio óptimo de aditivos y un rango de congelación de -36 a -40 grados Celsius.
Si se diluye el anticongelante con más de un 50 % de agua desmineralizada, se ponen en riesgo sus propiedades protectoras y se reduce la protección contra las heladas.
¿Se puede diluir también el anticongelante con agua del grifo?
Diluir el anticongelante con agua del grifo altera el equilibrio del refrigerante. Aumenta el riesgo de contaminación; por ejemplo, con depósitos de cal, que pueden causar obstrucciones en el sistema de refrigeración. Además, aumenta la conductividad, lo que causa grandes problemas en los vehículos híbridos y eléctricos. Así que el consejo es utilizar siempre agua desmineralizada.
¿Por qué es importante cambiar periódicamente el líquido refrigerante de los vehículos?
He aquí algunas de las principales razones:
Protección contra la corrosión
con el tiempo, los aditivos del refrigerante pueden degradarse, reduciendo sus propiedades protectoras contra la corrosión. Esto puede provocar la formación de óxido (corrosión) y daños en los componentes internos del sistema de refrigeración. Si el fabricante del coche no especifica un intervalo de cambio, es aconsejable cambiar el refrigerante una vez cada 5 años o cada 150.000 km. Esto ayuda a mantener la protección contra la corrosión y prolonga la vida útil del sistema de refrigeración y del motor.
Control del pH
el pH (acidez) del refrigerante puede cambiar con el tiempo debido a reacciones químicas y contaminantes. Los niveles de pH incorrectos pueden deteriorar juntas y sellos, provocando fugas. Un cambio periódico ayudará a mantener el pH en el nivel correcto y evitará fugas.

Mantener una proporción de mezcla correcta
es importante mantener la proporción correcta de agua desmineralizada y anticongelante. Un exceso de anticongelante puede impedir la transferencia de calor y reducir la eficacia del sistema de refrigeración. Por otro lado, un porcentaje demasiado bajo de anticongelante puede provocar la congelación a bajas temperaturas. Midiendo el refrigerante con un refractómetro se puede determinar si la protección contra heladas (y, por tanto, la proporción de mezcla) sigue siendo óptima. Si se desvía, es aconsejable cambiar el refrigerante inmediatamente.
Prevención de problemas del motor
un sistema de refrigeración en buen estado, con el líquido refrigerante cambiado a tiempo, reduce el riesgo de sobrecalentamiento del motor. El sobrecalentamiento causa graves daños al motor y es motivo de costosas reparaciones. Con el cambio adecuado, se reduce el riesgo de problemas en el motor y se prolonga su vida útil.
En resumen, el cambio de refrigerante es esencial para mantener el correcto funcionamiento del sistema de refrigeración. El intervalo de cambio varía según el fabricante, siendo generalmente una vez cada 5 años o cada 150.000 km. Cuando se realicen trabajos en el sistema de refrigeración, debe cambiarse siempre el líquido refrigerante.
En caso de contaminación excesiva del sistema de refrigeración, el consejo es siempre purgar primero el sistema a fondo con agua (del grifo) y un limpiador del radiador (MPM AD25250).
En el sitio web de MPM puede encontrar el intervalo de cambio específico y el refrigerante correcto para el vehículo.
Resumen / Consejos para el taller
- En la actualidad, los fabricantes de automóviles señalan como obligatorios más de 10 tipos diferentes de refrigerantes.
- Para un taller, utilizar refrigerante listo para usar es la opción más sencilla, ya que la proporción de mezcla con el agua desmineralizada siempre será la adecuada.
- El anticongelante debe diluirse siempre en primer lugar y debe respetarse en todo momento la proporción de mezcla recomendada (1:1).
- Mezcle siempre el anticongelante con agua desmineralizada (no con agua del grifo), porque el agua del grifo debilitaría seriamente las propiedades protectoras del refrigerante.
- Con el tiempo, el líquido refrigerante pierde sus propiedades protectoras, por lo que debe cambiarse de acuerdo con las instrucciones del fabricante del vehículo.
- En ausencia de instrucciones del fabricante, cámbielo cada 5 años o cada 150.000 km.
- Al reparar el sistema de refrigeración, cambie siempre el líquido refrigerante.
- Si el sistema de refrigeración está contaminado, añada primero un limpiador de radiador (MPM AD25250) al refrigerante antiguo y, a continuación, purgue el sistema con agua.
- Consulte en www.mpmoil.com el refrigerante indicado por el fabricante para su vehículo.

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